Los ratones, los insectos y los hamsters ya no son las únicas criaturas que nos ayudan a estudiar el cerebro. Las imágenes por resonancia magnética funcional (IRMf) permiten a los científicos hacer un mapa de la actividad cerebral en personas conscientes y activas. Read Montague nos ofrece su perspectiva de cómo esta tecnología nos está ayudando a comprender la complejidad de las formas en que interactuamos con otras personas.
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